Meritorio punto de los del Llano del Beal ante el Recreativo de Huelva
Ni con 10 ni con 9 jugadores ha caído la Deportiva Minera. El cuadro de Checa resiste a la inferioridad numérica y suma un valioso empate a 1 en la visita del decano del fútbol español al Coliseo Ángel Celdrán. Para mayor mérito, el cuadro cartagenero se va con la sensación de merecer algo más, al haber gozado de mayor dominio y oportunidades, especialmente en la segunda mitad.
El encuentro empezaba con una alta intensidad por parte de los locales, que se hacían con la manija del encuentro y volcaban el partido al terreno de juego del Recreativo de Huelva, que tan sólo era capaz de repeler como se podía las embestidas de la Minera.
Kike Carrasco era un auténtico puñal por banda derecha, dando lugar a buenas asociaciones con Omar Perdomo para llevar la inquietud a la zaga recreativista. A pesar de las intenciones del conjunto dirigido por Checa, las ocasiones no terminaban de llegar porque los últimos metros se resistían. Los del Llano del Beal se topaban una y otra vez con la férrea barrera defensiva que había forjado el equipo visitante.
Ya con el primer acto llegando a su fin, la Minera se quedaba con un hombre menos sobre el terreno de juego debido a la expulsión por doble amarilla de Kevin Toner. La situación se ponía cuesta arriba, pero la escuadra cartagenera ya ha demostrado muchas veces en lo poco que llevamos de curso que no se rinde fácilmente y que sabe navegar en la tempestad cuando se ve con uno menos.
El segundo tiempo empezaba con otro mazazo en contra, esta vez en forma de gol de los onubenses. Roni abría la lata a los pocos segundos de la reanudación del choque tras el paso por vestuarios, en la que fue prácticamente la única vez que el equipo visitante conseguía desarmar a la zaga de la Deportiva Minera.
No obstante, este nuevo golpe en el mentón iba a tener una rápida respuesta. Concretamente a los tres minutos, cuando un gol de Kike Carrasco ponía las tablas en el marcador y desataba el delirio en un Ángel Celdrán que volvía a vibrar al ver que su equipo tiraba de casta y orgullo para buscar el triunfo incluso cuando las cosas más difíciles pintaban.
A partir de ahí los de Checa fueron creciendo todavía más en el partido y buscando con más ahínco si cabe la portería defendida por Jero Lario. Omar Perdomo y Kike Carrasco se quedaron muy cerca de poner el 2-1 con sendos zapatazos desde fuera del área, pero la más clara todavía estaba por llegar. Fue en el 76´, en el remate de cabeza de Sebas Holgado a la salida de un córner. El testarazo del central de la Minera estaba tomando dirección al fondo de la red, pero la zaga blanquiazul logró despejar sobre la misma línea de gol. Los locales reclamaron que ese balón había entrado completamente, pero los colegiados no decretaron el gol y la parroquia minera se quedaba con la miel en los labios.
El tiempo añadido iba a dejar un segundo expulsado en los locales. Kamal veía la roja directa a los dos minutos de los cinco que había prolongado el árbitro, lo que obligaba a la escuadra local a aguantar con uñas y dientes con nueve jugadores sobre el terreno de juego. Los últimos minutos se consumieron sin excesivos apuros y el final del choque dejaba un reparto de puntos con el que la Deportiva Minera podía salir con la cabeza bien alta y el orgullo de haberse sobrepuesto a las expulsiones e, incluso, haber hecho méritos para sacar algo más que un empate. El alma, la solidez como equipo y el buen juego volvieron a salir a relucir para compensar el hecho de jugar en inferioridad numérica durante más de una hora.