Lucha, entrega y efectividad en los últimos metros para sumar el segundo triunfo consecutivo
La Deportiva Minera sonríe, y mucho. El tarro de las esencias tenía que estallar a base de trabajo, constancia y superación en los malos momentos para acabar recogiendo los frutos. El conjunto del Llano del Beal vuela alto con la segunda victoria consecutiva, esta vez a domicilio. Los cartageneros se imponen por 0-2 al Atlético Malagueño en un partido muy disputado y que se resuelve con dos zarpazos en la segunda mitad, uno de Rubén Mesa y otro de Álex Macías.
Ni mucho menos iba a ser fácil asaltar la Ciudad Deportiva Fundación Málaga CF. La Minera ya iba en aviso del talento e ímpetu del filial malaguista, cosa que no se refleja en la clasificación pero que sí se desprende sobre el verde al poner en aprietos a sus rivales. Hoy los de Checa también tuvieron que saber sufrir y aguantar en ciertos momentos para cocinar a fuego lento una victoria de mucho mérito.
El duelo empezaba con los locales muy intensos, algo a lo que supo hacer frente el equipo rojillo. A los diez minutos de partido empezaron a llegar las primeras aproximaciones por área malagueña. Omar Perdomo fue el primero en probarse con un disparo lejano que no encontró portería. Poco después, Kike Carrasco no acertó a rematar a portería un buen centro al área. La Minera iba avisando, se crecía con el paso de los minutos y cada vez pisaba más campo contrario. A balón parado este equipo también es capaz de hacer mucho daño y a punto estuvo de subir el primero al marcador con un cabezazo de Paco Torres. Su remate se marchó desviado y el jugador acabó algo dolorido tras un choque con el portero. Se recuperó y pudo seguir poniendo el cerrojo por banda derecha.
Una vez superado el ecuador de la primera mitad, el conjunto blanzquiazul cogió algo más la manija del encuentro. Con un inspirado Rafita haciendo diabluras por banda derecha, el Atlético Malagueño propuso, creó y buscó con ahínco el gol, pero sin claridad en los últimos metros ante una Deportiva Minera que sujetaba a la perfección el buen momento de los malaguistas. Ya en los últimos compases del primer acto se volvía a pisar con peligro el área local, pero sin fortuna de cara a puerta en los golpeos de Omar Perdomo y Javi Vera. Lo que no faltó tampoco en el primer tiempo fue la briega, la disputa y el contacto entre dos escuadras que no regalaban ni medio centímetro al oponente. Combate intenso, pero nulo al descanso, con el 0-0 inicial en el marcador.
El arrollador inicio de la segunda mitad por parte de los visitantes empezó a decantar la balanza. Kike Carrasco no pudo perforar la portería rival porque la defensa taponó bien su disparo, pero el que sí vio puerta fue Rubén Mesa. A los seis minutos de la reanudación, el capitán minero aprovechaba un balón muerto en el área tras un saque de banda para sacar un latigazo que ponía el 0-1 en el electrónico. Poco después, con el subidón todavía en el cuerpo, Omar Perdomo se atrevió desde el centro del campo con un zapatazo que cerca estuvo de sorprender al guardameta local y acabar en el segundo gol.
Los tiempos del partido los dominaba a la perfección la Minera, que parecía estar esperando la ocasión perfecta para asestar un golpe definitivo al choque. La encontró. Fue por mediación de Álex Macías, un día más entrando como cuchillo en mantequilla por una banda izquierda de la que se adueña cada fin de semana. El lateral de la Minera se metió en el área para sacar un zapatazo cruzado que tocaba en el palo y acababa en el fondo de la portería malagueña. En ese momento todavía quedaban más de veinte minutos por delante, pero la sensación era de que el partido estaba en la mano de los del Llano del Beal y sólo quedaba terminar de atraparlo.
La anestesia final al duelo, sin pasar ningún apuro en los últimos minutos, permitía a la Minera jugar con el tiempo, el resultado y la sensación de que todo estaba bajo control. Sin sobresaltos se llegaba al final de los noventa minutos y el definitivo 0-2 suponía otra explosión de éxtasis en la familia minera, que vuelve a celebrar un triunfo y ya mira hacia arriba. La capacidad de pelea, sacrificio y determinación permite a los de Checa regresar de Málaga con tres puntos más en el bolsillo. Tres puntos de oro para seguir subiendo revoluciones y que el vuelo sea de nuevo alto, firme y diciendo que la Minera está más fuerte que nunca.